Esta enfermedad es más común en mujeres y en el grupo poblacional laboral
activo.
Existen tres tipos de intestino irritable, es multifactorial y afecta a un 20% de la
población mundial.
El Síndrome del Intestino Irritable (SII),
más conocido como “colon irritable” o “colitis nerviosa”, es un trastorno funcional
del sistema digestivo, que se caracteriza por la presencia de dolor y malestar
abdominal, flatulencia y alteraciones del ritmo deposicional.
El SII es una patología crónica que afecta al 15% o 20% de la población mundial,
siendo más común en mujeres entre los 20 y 50 años, reduciéndose su incidencia
en personas mayores de 65 años y es más frecuente en el grupo poblacional
laboralmente activo, relacionado por el estrés diario. Además, es el trastorno
gastrointestinal más frecuentemente diagnosticado y es la segunda causa de
absentismo laboral tras el resfriado común.
El Dr. Marlon Rojas, gastroenterólogo de Grupo Equilibrium, menciona que esta
enfermedad limita en gran medida la calidad de vida de quien lo sufre y reduce la
productividad laboral. A pesar de ser muy frecuente solo una tercera parte
aproximadamente de los afectados consultan con el médico ante la manifestación
de síntomas.
“El SII es multifactorial, no hay solo una causa específica. Hay factores
desencadenantes del síndrome y factores que son agravantes del síndrome. En el
SII existe una alteración en la función de la barrera intestinal que altera la
microbiota, dejando pasar a las capas más internas sustancias que provocan
irritación” explicó el Dr. Marlon Rojas, gastroenterólogo de Grupo Equilibrium.
Existen tres tipos de SII: SII-D que provoca diarrea y es más frecuente en
hombres, SII-E que causa estreñimiento y afecta más a las mujeres y el SII-M,
mixto con ambos trastornos.
Factores desencadenantes del síndrome
Según el Dr. Rojas estos factores pueden ser: no haber recibido lactancia
materna, recibir muchos antibióticos en la infancia, usar anti inflamatorios con
frecuencia, haber tenido una diarrea viral e inclusive que el paciente está
predispuesto genéticamente.
Factores agravantes o detonantes del síndrome
El especialista comenta que estos son los que hacen que la enfermedad se active
porque ya la tienen, por ejemplo: el más común es el estrés y usar antibióticos y
desinflamatorios.
Los criterios diagnósticos vigentes para esta enfermedad llamados criterios de
“ROMA IV”, se identifican por la presencia de dolor abdominal recurrente que debe
estar presente al menos un día de la semana, con dos o más de las siguientes
características:
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Se asocia a la defecación.
o Está relacionado con un cambio en la frecuencia de las deposiciones.
o Está relacionado con un cambio en la consistencia de las deposiciones.
Estos criterios deben cumplirse durante los últimos tres meses y los síntomas
haber comenzado un mínimo de seis meses antes del diagnóstico. Se dividen en
cuatro esferas de los trastornos funcionales digestivos:
Dieta: evitar comidas con condimentos artificiales, comidas altas en grasa,
productos con cafeína como bebidas energéticas o café, alimentos que
produzcan mucho gas como: el brócoli, coliflor, repollo, vainicas y pepino,
evitar gaseosas y leguminosas. Además, una de las opciones es la dieta
FODMAP, una herramienta terapéutica aplicada en ciertos casos.
Estrés: el estrés es el síntoma más común de la enfermedad. El Dr. Rojas
comenta que hay que analizar en la medida de lo posible como evitar o
bajar el estrés laboral, tratar de hacer técnicas de relajación y en general
hacer actividad física.
Flora intestinal: la mayoría de las personas con este síndrome tienen una
alteración de la flora intestinal. El gastroenterólogo explica que a través del
test de aliento se puede determinar qué tipo de flora tiene el paciente, con
el objetivo de conocer si se beneficia de darle probióticos o si es
recomendado darle antibióticos, para eliminar las bacterias en el intestino
que provocan la diarrea o el gas intestinal.
Umbral de dolor: los pacientes con intestino irritable tienden a reducir el
umbral de dolor, si el paciente cambia la dieta, reduce el estrés y mejora la
flora y aun así todavía no mejora, la cuarta opción sería tratar la
enfermedad con medicamentos que modulan el dolor y que hace que
aumente el umbral de dolor y no lo tengan tan bajo como normalmente lo
llegan a tener los pacientes con este síndrome.
“El objetivo de los tratamientos están enfocados en mejorar la calidad de vida del
paciente y aliviar los síntomas. Si logramos un control en el paciente se
recomienda visitar al gastroenterólogo si aparecen síntomas nuevos, pero si no se
logra el control debe estar en seguimiento más regularmente hasta mejorar y
hasta que el paciente retome su calidad de vida”, mencionó el especialista.
Señales de alerta
Pérdida de peso no intencionada
Sangrado en las heces
Anemia en los exámenes de laboratorio
Detectar una masa en el abdomen
Familiares de primer grado con cáncer de estómago o de colon
El Dr. Rojas explica que si el paciente presenta estas señales, debe consultar de
forma urgente con el médico para identificar si se trata de este síndrome o
presenta otra enfermedad.
Puede consultar con los médicos de Equilibrium Expertos en Salud Digestiva, un grupo de
especialistas en gastroenterología con más de 15 años de experiencia, a través del
teléfono 2220-0363, al WhatsApp 8880-2931 o visitando su sitio web
www.grupoequilibrium.com
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