Sobrevivientes hablan de importancia de la prevención, detección temprana y apoyo familiar.
De cada 100 mujeres con cáncer en el país, 31 tienen cáncer de mama.
“¡Ya es hora!”. Este es el llamado de Frida y de Geanina, dos
mujeres quienes, gracias al autocuidado y prevención, pudieron ser tratadas a tiempo contra
el cáncer de mama.
Con su testimonio, invitan a todas las mujeres del país a poner su salud como prioridad y
apostar por la detección temprana del cáncer de mama. Y es que en Costa Rica, de cada 100
mujeres con cáncer, 31 tienen este tipo de cáncer.
“Mi lesión no se palpaba, salió en una mamografía y por ser descubierta tempranamente no
me debieron operar, pero sí fui a 12 sesiones de quimioterapia y 18 radiaciones. El apoyo de
mi familia y amigos fue indispensable” aseguró Frida Najman, sobreviviente.
Por su parte, Geanina Oviedo, otra mujer que tuvo cáncer de mama, llama a su historia de
vida “gratitud”. Ella no vio el cáncer como una sentencia de muerte, sino como otra
oportunidad de vida. Y aunque tuvo una doble mastectomía, asegura que aprendió a amar a
su “nueva yo “.
“Yo fui a hacerme un examen gracias a una promoción que salió, tenía un dolor en el cuello
que quería ir a verme y, salió la promoción que incluía un médico general y dije: esta la
oportunidad de hacerme todo”, recuerda Oviedo.
Mejorar los hábitos alimenticios, llevar una vida saludable, reconocer los factores de riesgo
que tiene cada mujer, así como realizarse las mamografías y ultrasonidos cuando
corresponde, son prácticas que pueden marcar la diferencia en la detección y tratamiento del
cáncer. Este es el llamado que hacen la empresas de la División Salud de Grupo Montecristo,
con motivo de la conmemoración el Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, este
19 de octubre.
“Se recomienda observar si existen nódulos, algún ganglio, que la piel no esté enrojecida, que
tampoco haya piel de naranja, que no tenga el pezón retraído y ni torcido. Además, deben
hacerse un ultrasonido si son menores de 40 años y si son mayores de 40, mamografía y
ultrasonido”, así lo recomienda el Dr. Dionisio Flores, director del Centro de Cáncer del
Hospital Metropolitano.
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De acuerdo con Flores, cada paciente es diferente y debe ser abordada de una manera
individual. Sin embargo, haber tenido la menstruación antes de los 11 años o la menopausia
después de los 55, aumenta las probabilidades de padecer cáncer de mama, pues en ambos
casos significa que hubo mayor exposición a los estrógenos y a la progesterona, hormonas
sexuales femeninas encargadas del correcto desarrollo de los órganos y caracteres sexuales
femeninos durante la pubertad y de preparar el terreno para un posible embarazo, pero que
también hacen crecer algunos cánceres de mama.
Tener más años cuando sucede el primer embarazo y nunca haber dado a luz, también hacen
que una mujer tenga mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Igual el sedentarismo, la
obesidad, la ingesta de licor, el fumado, el uso de anticonceptivos orales y por supuesto, los
antecedentes de cáncer de mama en la familia. Pero, independientemente de que cumpla o
no con esas condiciones, lo importante es que prevenga, que se chequee y que detecte
tempranamente a este enemigo.
La detección temprana tiene un impacto significativo en la posibilidad de sobrevivir a este tipo
de cáncer. El estudio “Panorama de la Salud: Latinoamérica y el Caribe 2020” de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Banco Mundial,
reveló el éxito de Costa Rica en el índice de sobrevida entre los cánceres con más mortalidad
en la región.
Costa Rica tiene la supervivencia neta más alta del mundo a cinco años entre mujeres en
cáncer de mama (86,7%) y es el único país de Latinoamérica que supera el promedio de la
OCDE de (84,8%) y muy arriba del promedio latinoamericano (78.4%).
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