De no recibir un diagnóstico y tratamiento oportuno, las personas con hígado graso pueden
desarrollar enfermedades graves como insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer.
Avances tecnológicos han desarrollado técnicas avanzadas como el FibroScan, el cual permite
conocer el estado del hígado de manera rápida, segura y no invasiva.
San José, Costa Rica. Julio, 2022. En Costa Rica, el hígado graso es la causa más frecuente de
enfermedad hepática terminal. 20% de las mujeres mayores de 18 años y 30% de los hombres,
padecen de algún grado de hígado graso, de los cuales un 40% de los casos van a degenerar en
cirrosis. Las investigaciones sugieren que ciertas afecciones de salud, los genes, la dieta y el
aparato digestivo podrían hacer a la persona más propensa a desarrollar enfermedad del hígado
graso.
“El hígado es un órgano que normalmente contiene algunas cantidades bajas de grasa. Sin
embargo, cuando esta sustancia se acumula, se genera una enfermedad a la que se le denomina
esteatosis hepática o más conocida como hígado graso. Esta acumulación de grasa causa una
inflamación en el hígado que puede dañarlo y crear cicatrices. En casos graves, esta cicatrización
puede derivar en la insuficiencia hepática”, explicó el Dr. Wagner Ramírez, gastroenterólogo y
especialista en enfermedades hepáticas del Centro Médico Equilibrium.

Según Ramírez, este padecimiento posee una estrecha relación con la obesidad, el colesterol alto,
la diabetes tipo 2 y otros trastornos que se caracterizan por la resistencia a la insulina. Sin
embargo, lo complejo de esta situación es que muchas personas que tienen esta enfermedad no
experimentan síntomas, ni siquiera cuando avanza, por lo que con frecuencia esta enfermedad no
se diagnostica a tiempo y cuando esto sucede puede causar una afección hepática más grave
conocida como esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
Desafortunadamente, es difícil predecir si el hígado graso progresará a EHNA, lo que puede
aumentar significativamente el riesgo de cirrosis (cicatrización severa que perjudica la función
hepática) y cáncer de hígado, así como el riesgo de desarrollar otras afecciones, incluyendo
enfermedad cardíaca, diabetes y problemas renales.
¿Qué causa el hígado graso?
La frecuencia de enfermedades del hígado en Costa Rica ha ido en aumento de forma muy
considerable, esto principalmente debido a factores que ocasionan un daño degenerativo a este
órgano. Según el especialista, el hígado graso es una enfermedad metabólica cuyas principales
causas son la obesidad, la hipertensión y la diabetes, con esta última existe una estrecha
correlación pues algunas veces los pacientes con hígado graso desarrollan diabetes o viceversa.
Asimismo, es la causante del 60% de los casos de esteatosis hepática.
“Estos problemas de salud combinados favorecen el depósito de grasa en el hígado, causando
inflamación del hígado y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede llevar a una acumulación de
tejido cicatricial en el hígado”, explica Ramírez.

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Diagnóstico y tratamiento
Ante la ausencia de tratamientos para esta enfermedad, el Dr. Ramírez recomienda reducir
gradualmente el peso corporal, mediante una dieta balanceada y saludable, además de realizar
ejercicio de manera regular. Asimismo, es fundamental consultar con el especialista ante posibles
síntomas como hinchazón abdominal, color amarillento en la piel y los ojos (ictericia) y palmas
rojas.
Actualmente, gracias a los avances de las técnicas de imagen, se ha desarrollado una nueva
técnica basada en la evaluación de la elasticidad o rigidez hepática llamada elastografía transitoria
(Fibroscan). Esta técnica permite medir la dureza y cuantificar la fibrosis hepática de manera
sencilla y totalmente indolora mediante ultrasonidos, el resultado se obtiene de forma inmediata y
se puede repetir periódicamente de forma segura.
“Por medio del FibroScan podemos medir la fibrosis (las cicatrices) y la esteatosis (los cambios
grasos) del hígado. Es una de las formas más sensibles y menos invasivas de saber qué tan severo
es el problema en el hígado en una persona con el objetivo de buscar el tratamiento adecuado que
le permita prevenir enfermedades más graves como la cirrosis”, explicó el gastroenterólogo.
Este estudio permite determinar exactamente cuál es el estado del hígado y la concentración de
grasa que tenga así como el riesgo de inflamación y cicatrización. Los niveles F1 y F2 son hasta
cierto punto aceptables ya que se habla de un aumento no significativo. El F3 representa un nivel
moderado a severo y F4 es un nivel severo, donde el hígado se inflama y comienza a perder su
funcionamiento. En este último estado se pueden generar además complicaciones como
formación de várices venosas en el esófago, acumulación de líquido en la cavidad abdominal y una
encefalopatía hepática, la cual ocurre cuando el hígado ya no es capaz de eliminar las toxinas de la
sangre.
El principal problema del hígado graso es que puede llevar con mucha frecuencia a cirrosis y a
cáncer, una enfermedad terminal donde el hígado pierde su función y que no posee un
tratamiento específico más que el trasplante de hígado, el cual es sumamente escaso en el país.
Sin embargo, es posible lograr que el hígado se regenere si se previene a tiempo con tratamientos
adecuados.
Si posee alguno de los factores de riesgo o desea consultar a cerca del estado de su hígado, puede
consultar con los médicos del Centro Médico Equilibrium, un grupo de especialistas en
gastroenterología con más de 15 años de experiencia, a través del teléfono 2220-0363, al
WhatsApp 8880 2931 o visitando su sitio web grupoequilibrium.com

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