Sudán, artículo Opinión Jesús Antonio Fernández Olmedo
Se trata del país, si ahora se le puede llamar así, donde vivir se ha convertido en un infierno y no solo por las temperaturas sino porque hace tiempo que existe una
guerra civil, una lucha abominable entre distintas facciones que se disputan
el poder.
Grupos paramilitares y militares del supuesto gobierno que además utilizan
la violencia sexual contra las mujeres como arma de guerra.
La locura desatada en su grado sumo.
Bien de esto han hablado un poco algunos medios, pero lo que se echa
de menos es que se trata de reportajes sin mucha profundidad, es decir,
no se va a la raíz del conflicto.
Si decimos que el país es rico en oro, hierro, cobre, zinc, tungsteno,
petróleo, mica, plata, mica e hidroenergía podrán ya algunos de
ustedes imaginarse por dónde van los tiros, nunca mejor dicho.
El principal patrocinador de este conflicto son los EAU que por supuesto
esperan hacerse con el control del oro.
Quizás ciertos medios no quieran decir esto porque no quieren enemistarse
así con los Emiratos Árabes Unidos, los reyes del petróleo.
De esta forma se vuelve a traicionar la libertad de expresión.
Detrás de otra parte en conflicto, que sería el ejército sudanés, está
Egipto con un mix compuesto por Qatar, Turquía y Arabia Saudí.

La avaricia humana no conoce límites.
Un Sudán roto y fracturado dará muchos beneficios, como siempre
se ha dicho: a río revuelto, ganancia de pescadores.
También Rusia a través del antiguo grupo paramilitar Wagner, ahora
llamado African Corps, a través de la empresa M- Invest, es la que
se está llevando gran parte del oro de Sudán.
El «gobierno de Sudán» está más aliado con Israel y Estados Unidos.
También hay que decir que hay empresas Chinas penetradas en
el país con el mismo objetivo de las que hemos mencionado.
También están las ricas tierras agrícolas bañadas por el Nilo.
Es decir, Sudán, está penetrando en los mercados internacionales
y, sin embargo, millones de niños padecen hambre y desnutrición.
Una barbarie que debemos denunciar abiertamente, ya que los
medios no dan constancia de estos datos, solo hablan de lo
mal que están las personas en este país del cuerno de África,
pero no se relatan las causas, ni los actores que están interviniendo.
¿A qué tienen miedo estos medios de comunicación? ¿Es posible que las ayudas que reciban procedan de algún tipo de entramado relacionado con estos? ¿Actores y se les, corte el rollo? Es probable y muy posible que todo esté relacionado.
Además, esta locura es probable que se extienda a otros países
cercanos a la región como ya está sucediendo con Sudán del sur.
Creo firmemente que la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo
se tiene que basar en el análisis de las causas que dan lugar a unos
hechos, así como ubicar de forma resuelta donde están esos virus
que dan lugar a ese tipo de enfermedades humanas en el mundo.
No soy periodista, ni tampoco tengo ninguna relación con ese
mundo, pero no creo que importe, solo he creído importante comunicar
algo que puede servir de aporte al mundo tan poco transparente en
el que vivimos.
Y ahora, cada uno, al leer esta nota, puede seguir creyendo lo que
quiera creer.
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