- Se expusieron avances y retos de cara al cumplimiento de los compromisos país en su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) 2020.
- Durante 10 años la GIZ ha acompañado al Gobierno costarricense en la implementación de metas climáticas.
El Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y las superintendencias financieras: Sugef, Sugeval, Supen y Sugese, convocaron por primera vez al sector financiero supervisado, con el fin de presentar los avances y logros recientes en el abordaje del cambio climático, así como los retos más apremiantes relativos a la gestión de los riesgos relacionados con el clima.
A la cita acudieron gerencias, presidencias y direcciones de riesgo del sector financiero, en un evento de alto nivel en el que también participó la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, y el presidente del Conassif, Alberto Dent, y que contó con el apoyo técnico de la Cooperación alemana para el desarrollo GIZ, a través de su proyecto ACCIÓN Clima.
La actividad tuvo como objetivo retomar la atención de los supervisados financieros sobre los impactos e implicaciones del cambio climático para el sector, así como las oportunidades que este fenómeno representa para los niveles de gobernanza, estrategia, riesgo y métrica de las entidades.
De acuerdo con la ministra Meza, la economía del futuro es descarbonizada, digitalizada y descentralizada, pero se requiere de sistemas financieros que respondan a esa visión, haciendo inversiones claves en los distintos sectores para avanzar en esa transformación en esta década decisiva. “Para lograrlo, vamos a necesitar reglas claras en los sistemas financieros, mecanismos de incentivos y políticas públicas y entornos que generen respuestas de los distintos actores”.
Durante el evento, las superintendencias financieras compartieron sus perspectivas y planes en el marco de la regulación para los próximos meses y años, en los cuales la Sugef, iniciará en el 2022 con un primer requerimiento de información de flujos de financiamiento dirigidos a cambio climático en operaciones de crédito de sus entidades supervisadas.
Por su parte, el superintendente de Seguros, Tomás Soley Pérez, recalcó la importancia de reducir las emisiones ya que, “es un tema de supervivencia de la humanidad y Costa Rica puede aportar mucho en definir la ruta, ser ejemplo y diferenciarse, para lo cual se requiere de capacidad, pasión y liderazgo en todos los ámbitos”.
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Andreas Villar, director del Clúster Regional de Clima y Biodiversidad de la GIZ, recalcó el apoyo que se ofrece a los reguladores y entidades supervisadas, con miras a generar un entorno que facilite la movilización de financiamiento para cumplir el objetivo de limitar el incremento de la temperatura global a 1,5 C°.
Durante los últimos diez años, GIZ ha acompañado al Gobierno de Costa Rica en la implementación de sus ambiciosas metas climáticas, por encargo del Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU).
“Queremos también desarrollar herramientas que permitan al sistema financiero blindarse adecuadamente ante los impactos generados por fenómenos y crisis ambientales como resultado del cambio climático”, expresó en sus palabras de cierre.
En esa misma línea, Villar hizo hincapié en las áreas que la GIZ trabajará en el 2022, fomentando del diálogo entre los diferentes actores involucrados y el fortalecimiento de capacidades de los órganos supervisores, así como de bancos y aseguradoras en la identificación de riesgos, en la medición del nivel de exposición de las carteras financieras y en el desarrollo de incentivos y productos financieros diferenciados.
Estas acciones se catalogan como oportunidad de cooperar en conjunto para crear y diversificar modelos de negocios a través de una oferta verde, más allá de los sectores tradicionales.
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