Más de 30% de las Mipymes turísticas se vieron obligadas a cerrar
definitivamente por pandemia y otro tanto corre el mismo riesgo. Este daño es
irreparable si no se toman medidas inmediatas
El sector turismo es el principal generador de empleos en el país, entre puestos
directos e indirectos, y cuenta con más de un 85% de su personal vacunado
Existen tres características claves del sector turismo para la economía
Costarricense; primero, es la actividad económica más estratégica del país por estar
encadenado a todas las otras actividades; segundo, es el principal generador de divisas que se
distribuyen por todo el país y en todos los estratos sociales y con el mayor porcentaje, por
mucho, que se queda en el país; y, en tercer lugar, pero no menos importante, es la primera
fuerza laboral a nivel nacional; en 2019 se registraron más de 250 mil empleos directos y hasta
750 mil indirectos, hoy estas cifras se encuentran por el 50%.
Tras 10 meses sin ningún tipo de ingresos, la peor crisis financiera en nuestra historia se agravó
para el turismo luego de que se eliminara la flexibilización de los bancos el primero de enero.
El empresario turístico Bary Roberts señala que “durante esos 10 meses de ingresos cero, los
bancos dieron períodos de gracia, sin embargo, los intereses y comisiones se siguieron
sumando al principal, lo que ha empeorado la situación económica de miles de Mipymes, aún
más allá de la situación pre pandemia”.
Es indiscutible que el turismo es la herramienta más rápida y más efectiva para impactar la
calidad de vida de las zonas rurales y costeras del país y de allí la urgencia de mesas de trabajo
entre todos los actores que forman parte del turismo local, incluido el gobierno. Se hace
necesario el involucramiento y entendimiento por parte de las autoridades locales en las
estrategias claves para el turismo, pues es operado por el sector privado, mientras que el
gobierno sólo regula, y debemos lograr que al hacerlo se asegure apoyar y consolidar.
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El país estaba preparado al 100% del volumen del 2019, sin embargo, en el 2021 sólo se usó el
40% de la capacidad instalada, lo que significó, según Roberts, además de pérdida de recursos,
un incremento en los gastos por mantenimiento “servicio de agua, luz, impuestos, patentes,
seguro; una carga financiera altamente pesada por estar por debajo del punto de equilibrio”.
Esta es la consecuencia de una serie de errores graves en los cuales el gobierno generó
inseguridad al turista e hizo que una importante parte optara por cambiar el destino de Costa
Rica a dignos competidores como República Dominicana, Colombia y México.
Promoción sin acción
El Instituto Costarricense de Turismo promociona muy bien a Costa Rica como destino turístico
en el mundo, sin embargo, al no desarrollar un plan estratégico en conjunto con quienes
operan el turismo en el país, las Mipymes, estas son las más afectadas, pues carecen de los
beneficios de la capacitación en mercadeo digital y otras herramientas que bien podrían
potenciar su crecimiento. “Cerca del 90% de las empresas del sector son Mipymes y por su
condición no cuentan con el poder adquisitivo, apoyo y capacitación para promocionarse y
sostenerse financieramente, pues el ICT no provee la asistencia requerida y el sistema bancario
nacional no las considera sujetos de crédito al suponer que no pueden predecir el futuro
ingreso de turistas. Pero ambas cosas tienen una fácil solución si existiera la voluntad del
Ejecutivo de dialogar y negociar con los representantes del turismo” sentenció Roberts.
Ante este escenario, un 30% de las empresas del sector ya cerraron permanentemente,
mismas que representaban el único sustento económico de decenas de miles de familias que
no sólo perdieron el fruto de su esfuerzo, sino que mantienen grandes deudas producto de las
inversiones que hicieron pensando en una reactivación que se ha dado a cuenta gotas.
Roberts sostiene que un tercio de los empleos directos e indirectos se perdieron durante estos
últimos meses y que, aunque se vislumbra una mejoría económica, el mensaje del gobierno
pone en jaque al sector, “en los primeros diez días posteriores al anuncio de la exigencia de los
QRs, entre 6 empresas habían perdido más de 10 millones de dólares por cancelación de
reservaciones, y esto sin contar que el daño a la temporada alta ya supera los $200 millones en
disminución de reservas; estamos posicionando al país, pero no estamos logrando el desarrollo
de los mercados que necesitamos para fortalecer las Mipymes”, concluyó.
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